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domingo, 11 de abril de 2010

Matisyahu, por segunda vez en Buenos Aires


Nació en 1979, en Pennsylvania, como Matthew Paul Miller, pero adoptó el nombre de Matisyahu cuando se convirtió en un judío jasídico. Claro que esa decisión no lo alejó de la música, sino todo lo contrario: al reggae le sumó influencias de géneros sincopados como el dub y el ska, y sus letras hablan de temáticas espirituales derivadas de su condición de judío jasídico.
Este martes 13 de abril se presenta por segunda vez en Buenos Aires, y lo hace junto a Fidel Nadal, con quien grabó un tema para su último disco, “Light”. El 15 estará en Córdoba y el 17 en Rosario.
Parte de la recaudación será destinada a la Fundación Tzedaká, de Argentina, que ayuda a más de 10 mil personas que están por debajo de la línea de pobreza.

El retorno
Matthew Miller nació en la costa Este norteamericana, pero poco después su familia se trasladóa California. A la edad de 12 uno de sus primeros sueños era convertirse en jugador profesional de hockey, y los 14 años se había acomodado a un fácil estilo de vida hippie-adolescente fumando cannabis. Era fan de Grateful Dead, se dejó crecer rastas, tocaba los bongos y aprendió a imitar una caja de ritmos desde los últimos pupitres de la clase.
En un viaje de campamento, Matisyahu afirma que descubrió su Dios. Su curiosidad espiritual lo llevó a Israel en un viaje que significó un punto de inflexión en su vida. Su dormida identidad judía afloró a su consciencia y a su regreso a Estados Unidos comenzó a meterse en el reggae y el hip hop, y empezó a desarrollar el sonido reggae-hip hop que hoy le es tan característico.
Años después de que prendiera en él la primera chispa de religiosidad, Matisyahu conoció al rabino Lubavitch, iniciando la transformación de Matthew en Matisyahu. La persona que había sido tanto tiempo escéptica ante la autoridad y las reglas, se adaptó a la disciplina y estructura del judaísmo, siguiendo sus leyes estrictamente y envolviéndose en un desafío intelectual y en el diálogo espiritual que había buscado durante una década. Hoy, Matisyahu vive en Crown Heights, dividiendo su tiempo entre el escenario y la Yeshivá (institución para el estudio de la Torá, el documento más importante del judaísmo).

En primera persona
Aquí, una entrevista que concedió al diario argentino Clarín, a fines de marzo, y con motivo de su segunda presentación en Buenos Aires.
-¿Cómo llegaste hasta Fidel Nadal?
-No nos conocemos personalmente pero he escuchado sus trabajos. Me gusta International Love y me interesa trabajar con los artistas de las regiones que visito. Ojalá podamos cantar algo juntos en Buenos Aires.
-¿Te volviste un artista pop?
-El cambio en Light fue un desarrollo natural en mí. Quería hacer un disco de pop con influencias de distintos estilos. Creo que en definitiva eso es el pop, una mezcla de elementos accesible para toda la gente. Cuando prendo la radio y escucho una canción que nunca había oído, si me gusta cómo suena algo lo incorporo a mi estilo para desarrollar y evolucionar mi sonido. La música es una expresión natural del alma, del corazón y de la vida. Mi objetivo es inspirar a la gente.
-¿De dónde viene tu religiosidad?
-Siempre fui creyente, pero en mi adolescencia comencé a creer más intensamente en Dios como una fuerza. Luego sentí la espiritualidad con la música, hasta que decidí tomármelo en serio, y entender mi herencia como judío. No sólo leyendo libros, sino viviéndolo por completo. Comencé a respetar todos los preceptos.
-¿Cuál es tu visión de la Cábala?
-La Cábala es el libro judío del misticismo. Habla de la vida después de la muerte, de los propósitos de Dios. Dice que la persona muere, reencarna y vuelven a este mundo hasta que alcanzan un cierto grado de perfección. Se cree en un tiempo utópico sin guerras, tiempo de paz y revelación. Entonces, se verá la verdad: que todos estamos conectados y somos uno, y así la contaminación o las guerras desaparecerán. Los muertos volverán a la vida.
-La religión ha sido causa de muchas guerras a lo largo de la historia...
-El judaísmo ha estado del otro lado durante 3 o 4 mil años. Nunca escuché de judíos haciendo la guerra para convertir a otros al judaísmo. La religión ha sido contaminada por los hombres y el poder.


Algunos videos

King without a Crown



Youth



One day



Lord Raise Me Up



Fuentes diarios Perfil y Clarín (Argentina), Wikipedia

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