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martes, 8 de junio de 2010

"La Sonora de la IAPI", otra cara del éxito de las orquestas infantiles como camino para la inserción social


(*)La orquesta "La Sonora de la IAPI", como sus propios integrantes decidieron denominarla, no para de crecer, tanto en calidad, como en cantidad. Y es que, por un lado, cuenta con cuarenta alumnos, y otros tantos en lista de espera, aguardando que el proyecto pueda darles cabida.
Pero el reconocimiento que logran, no sólo dentro del distrito, sino también fuera de él, es otra de las muestras de la validez del proyecto que puso en marcha la Secretaría de Cultura de la Nación, y que está dirigido a brindar una propuesta de inserción a los chicos de los sectores sociales más postergados.
En el caso del municipio de Quilmes, la primera de las iniciativas se puso en marcha en el Bernal Oeste, y luego de un paso breve por la Escuela Técnica Nº 8, los chicos encontraron espacio en la sede del Centro Integrador Comunitario (CIC) de Villa IAPI.
Allí, las clases son los días martes y los jueves, de 17 a 19, y los sábados entre las 10 y las 12, tiene lugar el "ensamble", es decir, el ensayo general de la orquesta que dirige Gustavo Pometti, y que el 11 de junio se presentará en la Ciudad de Buenos Aires en el marco de un certamen de orquestas infantiles y juveniles.
El trabajo comenzó en octubre de 2008, y en apenas un año y medio, la orquesta que cuenta con cinco profesores logró posesionarse gracias a los logros de sus alumnos. "El efecto de esta trascendencia que empezamos a tener", dijo Pometti, "es que cada vez tenemos más chicos interesados, que llegan y se inscriben, pero que tenemos que dejarlos en lista de espera".

"Ningún pibe nace ladrón"
Pometti dijo que "lo que vemos con el trabajo con los chicos es la confirmación de lo que creíamos y sabíamos. Ningún pibe nace ladrón, ni nace violento, ni nada de lo que escuchamos todos los días".
"El trabajo de los chicos con la música logra que los chicos muestren lo que pueden hacer y lo que pueden dar, y es un gancho, como creo que lo sería cualquier manifestación artística en la que les diéramos lugar".

Los chicos, todos provenientes de hogares de escasos recursos, mostrando lo que saben en un ensayo orquestal

En ese marco, aclaró que "por ejemplo, para lograr ese "gancho", lo que hacemos es trabajar con los pibes desde la música como ejercicio, y no intelectualizándola".
Al comienzo debió darse la tarea de organizar a los chicos, y de lograr hacer que actuaran en conjunto. "Muchos de estos pibes vienen de hogares donde quizá no hay un marco de disciplina muy estricto. O están solos porque los padres trabajan, o están con hermanitos, y entonces, lo que hubo que tomar como punto de partida fue la disciplina", dijo Pometti.
El segundo paso de ese trabajo fue el de darles a los chicos la posibilidad de hacer música, incluso aprendiendo los temas que tocan, pero desde la práctica misma. "Ahora, que ya están más metidos, con los que vienen desde el comienzo, podemos empezar a trabajar el tema de las nociones "técnicas", llamémoslas así, de la música", dijo el director de La Sonora.
Y subrayó que "si hubiéramos arrancado por ponernos a hacer teoría con los chicos, no creo que hubiéramos logrado la respuesta que tenemos ahora".
Y como resultado de ese trabajo, los chicos se presentarán este viernes 11 de junio, en la Ciudad de Buenos Aires, y el 19 de junio, estarán en el club Argentino de Quilmes, de Alsina y Cevallos.
Las edades para los integrantes de la orquesta van de los 8 a los 14 años, aunque Pometti admitió que "nosotros somos un poquito elásticos, en la medida en que se puede".
Los chicos aprenden violín, guitarra, charango, y varios instrumentos aerófonos, entre los que hay flautas, quenas, entre otros.

*Por Federico Gabriel Sequeira
Nota publicada en la edición del 5 de junio del diario Perspectiva Sur, Argentina

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